Notable conquistador,
famoso por lograr mantener el control y la hegemonía de uno de los imperios más
grandiosos que han existido, Ciro
II también es recordado como un gobernante justo y magnánimo
que era extremadamente tolerante con los pueblos que conquistaba.
Tras la victoria sobre La Media, organizó a la clase gobernante para su nuevo reino,
incorporando a nobles medos y persas como oficiales civiles. Completada la
conquista de Asia Menor,
lanzó a sus ejércitos hacia las fronteras orientales, tomando bajo su dominio a
Hircania, Partia, Drangiana, Arachosia, Margiana y Bactria. Después de cruzar
el río Oxus, construyó pueblos fortificados para que sirvieran como frontera
entre su imperio y las tribus de invasores nómadas procedentes de Asia Central. Las victorias de Ciro en
el Oriente le dieron el poder suficiente como para pensar en acrecentar su
reino hacia el Occidente: Babilonia y Egipto fueron
su siguiente objetivo.
Ciro procuró establecer siempre en sus nuevos dominios lo que se conocía como “Paz aqueménica” donde conciliaba los intereses persas con los del pueblo sometido para hacer menos dolorosa y humillante la conquista. Parece ser que el término “ecuménico” deriva justamente de esta práctica. Trasla conquista de Babilonia, fue recibido por la comunidad hebrea como su libertador y es que ya tenía la bien ganada fama de ser un emperador siempre tolerante y respetuoso de todas las creencias religiosas y costumbres culturales, cualidades que le valdrían el respeto y homenaje de los pueblos a los que gobernó.
La victoria sobre Babilonia expresa de manera clara
las facetas de la “política de reconciliación” instaurada
por Ciro: No se presentó a si mismo como un conquistador sino como un
libertador y el legítimo heredero del imperio babilónico, tomando el título de“Rey de Babilonia” y “Rey del mundo”.
Ciro no tenía la intención de ceñir a los pueblos conquistados a
un molde, por el contrario, tenía la inteligencia de hacer pequeños ajustes sin
hacer cambios sustanciales a las instituciones de cada reino que se iba sumando
al Imperio persa.
En el 537 permitió la salida de
Babilonia de más de 40,000 hebreos con destino a
Palestina. Este pueblo buscaba regresar a lo que consideraba su Tierra
Prometida. El paso dado por Ciro con esta liberación masiva, coincidía con su
política de “llevar la paz a la humanidad”.
Ciro es retratado por historiadores como Jenofonte y Herodoto como un
gobernante honesto, un gran líder y un hombre generoso y benevolente. Los
helenos, a quienes conquistó, lo llamaban “Dador de leyes” y los hebreos lo consideraban un “Ungido del Señor”.
En el sistema de gobierno de Ciro, se designaban sátrapas que lo representaban en
cada provincia conquistada y tenían presencia en las decisiones de los
gobernantes locales, sobre todo en cuestiones administrativas, legislativas y
culturales. De acuerdo a Jenofonte, el primer sistema postal fue idea de este
notable emperador para tener comunicadas sus provincias y bajo control a todos
sus sátrapas.
En el 530 A.C. tras ungir como “Rey de Babilonia” a
su hijo Cambises y
dejarlo a cargo de la administración del imperio, partió a combatir a los
belicosos escitas. Construyó Cirópolis antes de morir, derrotado por Tomiris, reina de los escitas masagetas.
Su política de tolerancia y respeto, así como su
manera de gobernar le valieron el mote de El Grande sus sucesores aqueménidas, particularmente Darío I, siguieron el
modelo de gobierno de Ciro II.
Notable conquistador,
famoso por lograr mantener el control y la hegemonía de uno de los imperios más
grandiosos que han existido, Ciro
II también es recordado como un gobernante justo y magnánimo
que era extremadamente tolerante con los pueblos que conquistaba.
Tras la victoria sobre La Media, organizó a la clase gobernante para su nuevo reino,
incorporando a nobles medos y persas como oficiales civiles. Completada la
conquista de Asia Menor,
lanzó a sus ejércitos hacia las fronteras orientales, tomando bajo su dominio a
Hircania, Partia, Drangiana, Arachosia, Margiana y Bactria. Después de cruzar
el río Oxus, construyó pueblos fortificados para que sirvieran como frontera
entre su imperio y las tribus de invasores nómadas procedentes de Asia Central. Las victorias de Ciro en
el Oriente le dieron el poder suficiente como para pensar en acrecentar su
reino hacia el Occidente: Babilonia y Egipto fueron
su siguiente objetivo.
Despues de que Ciro conquista babilonia, revoluciona al mundo,al dejar en libertad a todos los esclavos, permitir la libertad de religion, sin importar nada; y de este modo nacieron los derechos humano; las declaraciones hechas por Ciro el grande estan inscritas en una tabla de arcilla, conocida como el cilindro de Ciro. En ella, el nuevo rey legitima su conquista y toma medidas políticas para ganarse el favor de sus nuevos súbditos.
Referencias en: http://www.xtimeline.com/evt/view.aspx?id=897077
http://www.oem.com.mx/oem/notas/n897063.htm
http://www.historiang.com/articulo.jsp?id=547918
gracias esta muy bien la información
ResponderEliminargracias esta muy bien la información
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ResponderEliminarGracias por la Información, me despejo muchas dudas
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